Julio César fue un destacado estadista, general y escritor romano cuyas campañas militares transformaron la República Romana. Condujo las guerras de las Galias, derrotando a líderes como Vercingétorix y enfrentando también a jefes rebeldes como Ambiorix, quien encabezó a los Celtas del Oeste. Su victoria consolidó el control de Roma sobre extensos territorios.
Posteriormente, cruzó el Rubicón, desafiando la autoridad del Senado inició una guerra civil contra Pompeyo, antiguo aliado y rival político. Tras su triunfo, César se alzó como dictador vitalicio, abriendo el camino para la creación del Imperio. Durante su mandato, se asoció estrechamente con Marco Antonio, uno de sus lugartenientes de mayor confianza. Asimismo, forjó con Cleopatra VII una Alianza Imposible que, pese a la inestabilidad política, cambió el rumbo de Egipto y Roma. Sin embargo, su ascenso no estuvo exento de conspiraciones y violentos enfrentamientos. Bruto, uno de sus protegidos, participó en la conjura que terminó con su asesinato. Después de su muerte, su sobrino e hijo adoptivo Octavio, conocido más tarde como César Augusto, heredó su legado y transformó definitivamente la historia de Roma.
